La limpieza con ozono es una herramienta muy interesante para eliminar malos olores, bacterias y otras impurezas del aire que respiramos. Todo lo que necesitamos es un aparato de ozono para desinfectar la casa y su ambiente conforme a nuestras necesidades. No obstante, es importante saber cómo usar estos productos, para sacarles el máximo partido.
Cuando analizamos la limpieza con ozono y opiniones al respecto, la gran mayoría destacan la capacidad de esta tecnología para mantener un ambiente más agradable en nuestro hogar, oficina, comercio y en casi cualquier entorno.
No obstante, para que ese limpiador de ozono que tan interesante nos parecía sea efectivo, es clave que el producto sea utilizado correctamente y esté adaptado a las necesidades concretas que tengamos. Algo que depende de diferentes factores, tales como las características del producto y del propio entorno que vayamos a limpiar.
Cómo funciona un generador de ozono
Para entender mejor cómo usar un generador de ozono, es importante conocer previamente qué es lo que hace esta máquina. El generador de ozono es un equipo de limpieza sin químicos ni otros elementos, que se encarga de emitir al ambiente una cantidad de ozono generada a partir del oxígeno ambiental. Para ello, ese oxígeno se somete a un campo eléctrico de alto voltaje que, mediante la correspondiente descarga, genera este ozono artificial.
Este compuesto, el O3, tiene una alta capacidad oxidante, por lo que puede emplearse en la eliminación de bacterias, olores y otros elementos nocivos, tanto en el aire como en el agua o incluso en alimentos. Lo mejor de todo es que el producto no deja residuos en el ambiente, no genera contaminación y no suele causar problemas en las personas o los animales, siempre que se cumplan con las normas de seguridad que mencionaremos más adelante.
Una vez generado este ozono, el mismo se vierte al ambiente de la estancia en donde se coloca el generador mediante un ventilador integrado en el equipo, que garantiza un adecuado flujo de aire y una distribución correcta de este compuesto por la estancia.
Cómo utilizar un generador de ozono
Usar un generador de ozono es una tarea bastante sencilla, siempre que tengamos claros los parámetros de funcionamiento necesarios para el dispositivo. Estos parámetros dependen tanto de la capacidad de generación de ozono del dispositivo como del tamaño de la estancia a tratar. Como es lógico, no es lo mismo limpiar el aire de un dormitorio o un salón que el de un gran salón de reuniones o un restaurante. Por eso, la primera referencia es el manual del fabricante.
En todo caso, la limpieza con ozono del hogar suele requerir de tiempos breves, de unos 20 o 30 minutos a lo sumo. La potencia de los modelos pensados para uso doméstico no suele precisar de mucho más tiempo, salvo que la sala sea bastante grande. Este tiempo de trabajo se establece mediante la rueda de configuración frontal, que todos estos dispositivos incluyen. Como alternativa, podemos añadir un temporizador entre el enchufe del generador y el enchufe de la pared, con el que programar los tiempos de funcionamiento de la forma que más nos interese.
A la hora de colocar el equipo generador de ozono en casa, es importante hacerlo en una zona en la que el producto tenga una buena circulación de aire, tanto de entrada como de salida. Este equipo genera un circuito de aire tomando el mismo por su parte trasera y expeliendo el aire con ozono por la parte delantera. Por eso, es clave que estas rejillas estén siempre libres de polvo y suciedad, así como que no estén cerca de elementos que puedan taparlas, como cortinas o similares.
En lo que respecta a la limpieza con ozono del coche, dado el escaso volumen de aire de este lugar, es clave usar productos específicos para tal fin, de baja potencia. También conviene emplear tiempos de exposición más reducidos. Una vez acabado el proceso, es clave ventilar bien el interior, conforme indicaremos en el siguiente apartado.
Riesgos y precauciones
Aunque pueda parecer un proceso exento de riesgos, lo cierto es que la limpieza con ozono en casa, en el coche o en cualquier otro entorno tiene una serie de riesgos que conviene conocer. Especialmente porque es fácil evitar los mismos, siempre que actuemos correctamente.
La primera fuente de información serán siempre las instrucciones del limpiador de ozono que hayamos comprado, en donde se incluyen obligatoriamente las precauciones necesarias para utilizar el producto.
No obstante, muchas de estas precauciones son comunes a todos los dispositivos. Tenemos que pensar que el ozono, respirado en una cierta concentración, puede tener consecuencias para nuestra salud debido a su poder oxidante. Por tanto, la primera precaución es que no haya personas ni animales en la estancia que se vaya a limpiar mientras dure el proceso.
Por el mismo motivo, es necesario que, tras el proceso de limpieza, se proceda a ventilar la estancia durante al menos una hora o bien el doble de tiempo del tratamiento, lo que sea más elevado. La idea es reducir esa concentración de ozono a niveles seguros.
En caso de usar un producto que requiera de operación manual para detener el funcionamiento, se deberá reducir el tiempo de exposición al mínimo. En estos casos, se recomienda usar mascarillas específicas, con las que se reduce la exposición al ozono ambiental, siendo también recomendable abrir las ventanas y realizar el proceso de ventilación que hemos comentado antes.
Finalmente, es clave no exceder los tiempos de uso recomendados por el fabricante, dependiendo de las medidas de la estancia y la potencia del generador. Siempre es mejor repetir el tratamiento con un tiempo más breve que realizar una limpieza más larga.
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