Ventajas y desventajas de las lavadoras de carga frontal

Es cierto que las lavadoras de carga frontal ofrecen un óptimo rendimiento y resultan más efectivas a la hora de reducir el consumo de recursos, pero también pueden presentar problemas de humedad y tener ciclos de lavados muy largos. En este sentido, vale la pena conocer sus ventajas y desventajas.

Las lavadoras que pueden ser cargadas de forma frontal lideraron el mercado de los electrodomésticos de limpieza a principios de la década de 2010, ya que eran consideradas más atractivas y eficientes incluso frente a las mejores lavadoras de carga superior de ese momento, pero las cosas han cambiado los últimos años. 

Las pruebas realizadas por el equipo de Consumer Reports (CR) revelaban que las lavadoras de carga frontal le proporcionaban mayor suavidad a la ropa a la vez que ahorraban en recursos de energía y agua. No obstante, según la Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos, en el año 2017 disminuyó el porcentaje de lavadoras de carga frontal en las tiendas. La principal razón de este descenso en el mercado se debe a su precio, que suele ser mucho mayor al de una lavadora de carga superior, haciendo que muchos usuarios lo piensen dos veces antes de decidirse por un tipo de lavadora u otro.

Adicionalmente, los técnicos de CR han explicado que se reportaron cada vez más quejas sobre la producción de moho en la lavadora de carga frontal, lo que resultó ser un problema a largo plazo. Sin embargo, es importante saber que la mayoría de lavadoras de cualquier tipo tienden a producir moho si no se realiza el mantenimiento con la debida atención, por lo que no es una desventaja única de las lavadoras de carga frontal. En este sentido, el moho se forma principalmente en la goma que está alrededor de la puerta y en los dispensadores del detergente que suelen estar elaborados en plástico, en donde una limpieza con vinagre y sal puede ser suficiente para remover las bacterias.

Organización, instalación y almacenamiento

Las medidas estándar de una lavadora de carga frontal son de tan solo 68,5 cm de ancho y tiene un diseño rectangular, por lo que muchos de los modelos pueden servir como base para secadora o depósito de ropa. Además, su estructura compacta permite una instalación cómoda en cualquier estancia de la casa, ya que no ocupa mucho espacio en altura, ancho o profundidad. Como sucede con cualquier tipo de lavadora, es necesario que esté cerca de una toma de agua y que tenga conexión a la corriente eléctrica.

En el siglo pasado, era muy común encontrar centros de lavado conformados por múltiples lavadoras frontales apiladas una sobre la otra, capaces de realizar ciclos de lavados rápidos y eficientes por una pequeña cantidad de dinero, lo que era posible gracias a las dimensiones compactas de los equipos y a su posibilidad de ser apilados. No obstante, en la actualidad no todas las lavadoras de carga frontal proporcionan esta opción de organización, ya que muchas cuentan con diseños más modernos que integran el dispensador de detergente en el área superior, facilitando de este modo el acceso para evitar las malas posturas.

Más vibraciones por una mayor capacidad de secado

Durante el funcionamiento de la lavadora de carga frontal, el tambor puede llegar a girar a grandes velocidades para extraer una mayor cantidad de agua durante su etapa de centrifugado, logrando un secado de mayor calidad en comparación a otros tipos de lavadoras. Sin embargo, este sistema trae como consecuencia un nivel de vibración que normalmente se transfiere al suelo y genera ruidos molestos. En la actualidad, los fabricantes siguen trabajando en soluciones que disminuyan la cantidad de vibraciones que produce una lavadora de carga frontal, llegando a obtener buenas puntuaciones en las pruebas de calidad. Asimismo, para lograr la disminución del ruido, es recomendable que la superficie donde decidas colocar la lavadora sea firme y esté correctamente nivelada.

El tiempo de duración de los ciclos de lavado

Las lavadoras de carga frontal generalmente ofrecen ciclos de lavado mucho más largos que las lavadoras de carga superior, ya que su funcionamiento suele ser un poco más profundo e intenso. A diferencia de los 45 minutos de una lavadora de carga superior, los ciclos de lavado de las frontales están entre 1h y 2 h, dependiendo de la cantidad de suciedad y el modelo que tengas disponible.

La forma más efectiva para ahorrar tiempo es utilizando el programa de ajuste estándar con un nivel de suciedad media. Asimismo, es importante saber que el ciclo de centrifugado suele ser uno de los más lentos durante el lavado, por lo que conviene programar el menor tiempo posible durante esta etapa si tienes pensado secar la ropa al aire libre. De igual forma, los fabricantes más avanzados de la actualidad están trabajando para brindar la misma calidad de los secados largos en un período de tiempo mucho más corto.

Posibilidad de lavar distintas cantidades de ropa

La capacidad de las lavadoras de carga frontal varía según el modelo, pero por lo general está entre 5 a 12 kg, brindando suficiente capacidad para lavar cargas grandes de ropa. No obstante, estas máquinas de gran capacidad también ofrecen la posibilidad de lavar cargas pequeñas, ya que al contrario de las lavadoras de carga superior, estas no necesitan de la fricción entre la ropa para garantizar su óptima limpieza.

Aunque es cierto que las lavadoras de carga frontal generan muchas vibraciones por su movimiento, es este funcionamiento precisamente el que proporciona un rendimiento superior a otro tipo de lavadoras, ya que es capaz de levantar la ropa mientras que el tambor gira y arroja el agua al mismo tiempo, por lo que la ropa no solo está sumergida como ocurre con otro tipo de modelos.

Por si fuera poco, las lavadoras de carga frontal pueden regular de manera automática la cantidad de agua que entra al tambor según el peso de la ropa, por lo que permiten lavar desde edredones de gran grosor hasta prendas íntimas conformadas por tejidos delicados y ligeros, siendo uno de los electrodomésticos más versátiles.