Cuando lavamos nuestra ropa esperamos que adquiera un olor agradable, sin embargo, por diferentes razones esto no siempre resulta así. De hecho en una segunda o tercera colada algunas prendas de vestir pueden seguir acumulando malos olores. Por lo tanto, es importante combatir este problema a tiempo, de modo que podamos devolver la frescura a los tejidos.
Una de las recomendaciones más populares para hacer que los malos olores no persistan en nuestra ropa, es utilizar un buen detergente para lavadora, así como un suavizante de calidad que proporcione un grato aroma. No obstante, existe la posibilidad de que los productos no sean capaces de mantener el buen olor después de sacar la ropa de la lavadora, lo que puede empeorar al almacenarla en el armario. Por esta razón, hemos realizado un listado con 6 trucos sencillos que nos ayudarán a mantener el buen olor en la ropa durante un tiempo prolongado.
1. Colgar la ropa correctamente
Uno de los errores más comunes para que la ropa adquiera un mal olor es colgarla incorrectamente. Esto al final se convierte en un problema más grande de lo esperado, ya que además de dejar la ropa inutilizable, también implica el consumo doble de recursos en el lavado, esto sin contar el tiempo perdido.
En este sentido, es bueno recordar la importancia de colgar la ropa en un espacio donde haya corrientes de aire continuamente o en donde las prendas puedan recibir los rayos del sol. En este caso, lo más recomendable es colgar las prendas al aire libre durante las primeras horas de la mañana o al mediodía, por lo general, en este tiempo el sol es más intenso debido a que está más cerca del cénit, que es el punto más alto del cielo.
Es muy importante extender correctamente la ropa donde decidamos colgarla, ya sea sobre una malla o cuerda, evitando así los pliegues y las arrugas. En este sentido, hay que tener cuidado de no colocar las prendas una encima de la otra, unirlas demasiado o impedir las corrientes de aire entre sí.
2. Utilizar granos de café, vodka o aceites esenciales
Los granos de café naturalmente brindan un aroma agradable, pero también están indicados para absorber los malos olores, por lo que son una buena alternativa para ayudar a disminuir el olor a humedad en los espacios donde almacenamos la ropa. En este sentido, debemos agregar unos granos de café a un recipiente con tapa perforada y colocarlo en una esquina del armario. De esta manera, la ropa no se impregna con el olor a humedad, sino que absorbe el aroma del café.
Por otra parte, el vodka es para muchos una bebida alcohólica bastante agradable, sin embargo, su olor es muy intenso, por lo que es bueno saber que también puede servir para reducir los malos olores en la ropa. Para esto, debemos tomar una botella con atomizador y mezclar 50% de agua con 50% de vodka, después, hay que rociar las prendas en las áreas en donde tenga mal olor y dejarlas secar en un lugar bien ventilado.
Asimismo, los aceites esenciales pueden ser un gran aliado para mantener el olor a frescura en la ropa. En este sentido, durante el ciclo de enjuague en la lavadora podemos agregar entre 10 y 20 gotas de aceite con el aroma preferido, aunque no lo percibamos inmediatamente, a medida que se va secando la ropa va adquiriendo un agradable olor. Para mayor efectividad, podemos usar una botella con atomizador y mezclar una cantidad al gusto de aceites esenciales con agua, después, solo hay que rociar ligeramente las prendas en las que necesitamos realzar el buen olor.
3. Sacar las prendas de la lavadora apenas termine el lavado
Las lavadoras más modernas emiten una alarma que nos indica que el ciclo de lavado ha llegado a su fin y en tal caso que no lo tenga, es necesario prestar mucha atención en el proceso de lavado para saber el momento preciso en el que ha terminado el programa.
La importancia de sacar las prendas inmediatamente radica en que así evitamos el molesto olor a humedad que se produce cuando la ropa no se ha ventilado correctamente. Además, mientras mayor sea el tiempo que pase en la lavadora, más rápido se disipará el olor del suavizante antes de que la ropa se seque.
4. Programar la lavadora según el tipo de prendas
Aunque utilicemos el mejor detergente para lavadora, si no aplicamos buenas prácticas de lavado, la ropa difícilmente puede adquirir un olor agradable. En la actualidad, la mayoría de las lavadoras cuentan con diferentes programas de lavado según el tipo de ropa.
Normalmente, solemos utilizar el lavado rápido o el más económico, pero esto suele ser contraproducente en la ropa que está muy sucia, debido a que es posible que necesite un ciclo de larga duración o lavado intensivo. Asimismo, es recomendable no mezclar la ropa que tiene mal olor con otra más limpia, ya que el problema puede pasar de una prenda a otra con facilidad.
5. Agregar la cantidad recomendada de detergente
Una vez que seleccionemos el programa adecuado, es necesario utilizar la dosis de detergente en relación a la cantidad de ropa y no al nivel de suciedad. Esto es debido a que el exceso de detergente puede ocasionar que la lavadora no lo elimine por completo. De este modo, al momento de secar las prendas de vestir al sol, estas pueden producir un mal olor e incluso pueden quedar manchadas.
6. Introducir la ropa en el frigorífico
Está práctica no es muy común entre los usuarios, pero es una de las más efectivas según la experta en limpieza verde Leslie Reichert, que se especializa en los métodos ecológicos. En este sentido, asegura que la temperatura fría es capaz de matar las bacterias que producen los malos olores, incluso si la ropa ya ha sido usada varias veces, como suele ser el caso de los vaqueros.
Por lo tanto, Reichert recomienda colocar la ropa en una bolsa de plástico e introducirla en el área del congelador durante 45 minutos aproximadamente, de esta manera, evitamos tener que lavarla constantemente, sobre todo si las prendas no presentan suciedad visible sino solamente el olor corporal.
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