El hilo dental en odontología es un complemento muy interesante y del que muchas veces prescindimos, bien por falta de tiempo o por pereza. Pero lo cierto es que para cuidar mejor de nuestros dientes no hay mejor ayuda que esta.
Cuando se trata de la salud dental, son muchas personas las que piensan que con un buen cepillado es más que suficiente para disfrutar de una boca sana. Algunas personas añaden un colutorio o enjuague bucal a su rutina, para mayor seguridad. Sin embargo, no son tantos los que recurren al hilo dental. Un error considerable y que puede tener consecuencias.
Y es que el hilo dental es una herramienta fundamental para limpiar aquellas zonas a las que el cepillo no llega y también donde el colutorio no es capaz de arrancar la suciedad incrustada. Unos espacios que, además, resultan de especial importancia por la cercanía entre los dientes, lo que es terreno abonado para la aparición de caries y otros problemas dentales.
Cómo pasar el hilo dental
Aprender a pasar el hilo dental por nuestros dientes es un proceso sencillo y que incluso pueden hacer los más pequeños de la casa, a poco que se manejen bien con la tarea y sin dañar las encías. Algo que ocurre a partir de los 5 o 6 seis años. Veamos en qué consiste este proceso:
– Empezaremos cortando unos 40 o 50 centímetros de hilo dental de buena calidad, que colocaremos enrollado en un dedo de ambas manos. Algunos profesionales recomiendan usar el corazón y otros el índice, aunque lo mejor es usar el dedo que te ayude a estar más cómodo durante el proceso. Da una vuelta en uno de los dedos, que será el que recoja el hilo sucio, a medida que lo vayas usando.
– Colocamos el hilo sobre el diente, formando una C alrededor de la corona. Es clave hacerlo con cuidado, dejando que el hilo corra por el espacio hasta la encía, aunque sin frotar la misma directamente con mucha fuerza, pues esto podría dañarla y causar un pequeño sangrado.
– Una vez colocado, iremos frotando suavemente ambos espacios interdentales, subiendo poco a poco el hilo hasta eliminar todos los restos de suciedad. Este movimiento debe ser firme y enérgico.
– Repetiremos este proceso en el resto de los dientes, procurando usar un trozo limpio en cada uno de ellos y acumulando la seda dental sucia en uno de los dedos.
– Es clave no olvidar ninguno de los dientes en el proceso, por lo que se recomienda empezar por uno de los lados y acabar en el opuesto, volviendo después por los dientes de ese mismo lado y de la parte opuesta al pasar a la parte superior o inferior, dependiendo de donde hayamos empezado. Por ejemplo, podemos empezar por el diente inferior izquierdo, acabar por el inferior derecho y luego recorrer el camino de vuelta desde el derecho superior al izquierdo superior.
Tipos de hilo dental
Si le echamos un vistazo a la oferta de cualquier supermercado o farmacia online, veremos como existen diversos tipos de hilo dental. Sin embargo, las diferencias reales entre ellos son escasas, como vamos a ver.
Por su fabricación, podemos encontrar hilos dentales fabricados mediante la unión de diferentes filamentos o bien fabricados en un solo filamento. En el primer grupo, encontramos el hilo de seda o el de nylon, mientras que el segundo grupo suele fabricarse en caucho o plástico. Ambos tipos ofrecen una comodidad y eficacia similar, tal como pasa con los diferentes materiales. Algo parecido ocurre con la cera, que en algunos casos se añade para facilitar el deslizamiento y que tampoco es imprescindible.
Respecto del sabor, es una cuestión de gustos, que tampoco afecta a su utilidad. Por eso, quizá el único parámetro a considerar es el grosor del hilo. Este debe ajustarse en función de los espacios interdentales existentes, por lo que las personas con dientes más separados deberían usar hilos más gruesos y viceversa.
Cuándo hay que pasar el hilo dental
Una de las preguntas más habituales de muchas personas es que si se debe pasar el hilo dental antes o después del cepillado. Pensemos un poco para llegar a la respuesta.
El proceso de cepillado de los dientes es el principal elemento que se encarga de retirar los grandes restos de suciedad de nuestra boca. La fuerza del cepillo es capaz de eliminar los restos de las coronas, las encías e incluso algunos de los residuos que puedan quedar en los espacios interdentales. Sin embargo, esta limpieza con cepillo no quedaría completa sin pasar el hilo.
Por tanto, el momento recomendado para pasar el hilo dental entre nuestros dientes sería precisamente ese, justo después del cepillado. La idea es que, igual que pasamos el aspirador por el suelo para eliminar la suciedad más gruesa y después colocamos una boquilla pequeña para absorber la suciedad más difícil, el hilo dental permite retirar los restos de suciedad presentes en los dientes que el cepillo no elimina, para que queden impecables.
Precisamente para rematar el trabajo, no debemos olvidarnos del enjuague bucal. Este líquido no solo es capaz de eliminar los demás restos de suciedad que puedan quedar en la boca, al tiempo que nos da un aliento fresco, sino que también hablamos de un producto que cuida de problemas concretos de los dientes. Entre los diferentes enjuagues bucales que tenemos a nuestro alcance, encontramos productos pensados para proteger las encías, para mantener una limpieza óptima de la boca o incluso para tratar problemas como la gingivitis. Así que este enjuague sería el tercer complemento para lograr una higiene dental perfecta.
Casos especiales
Dejamos para el final dos casos concretos en lo que al uso del hilo se refiere. El primero es el de los usuarios de dentaduras postizas, totales o parciales. En principio, estas piezas no suelen tener huecos entre dientes, por lo que el uso de hilo dental no es necesario. Si hay estos huecos, sí sería recomendable usar el hilo. En donde sí debe usarse el hilo es en el resto de dientes existentes, los propios, si los hubiera.
Respecto del uso de hilo dental en ortodoncia, este es incluso más recomendable que en condiciones normales. Debido a la particularidad de los brackets y ortodoncias, es clave tener algo más de paciencia y cuidado, para pasar el hilo adecuadamente entre los dientes sin romperlo o deteriorarlo. Por eso, se recomienda optar por el hilo encerado, que se desliza con mayor comodidad entre el material de dicha ortodoncia.
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