Un frigorífico integrado permite aprovechar mejor el espacio en la cocina y al mismo tiempo brinda un acabado más limpio desde el punto de vista estético. Sin embargo, su instalación tiene distintos niveles de complejidad, dependiendo del resultado deseado, por lo que algunos usuarios consideran que puede ser un problema en lugar de una solución.
Tipos de instalación de un frigorífico integrado
Todos estamos de acuerdo en que el frigorífico es uno de los electrodomésticos más utilizados en el hogar, pero es cierto que suele ocupar bastante espacio en la cocina, lo que también afecta la estética de la estancia, por esta razón, muchas personas optan por instalar un frigorífico integrado. No obstante, hay ciertos detalles que deberías tomar en cuenta antes de tomar la decisión definitiva, para que no tengas inconvenientes más adelante
El montaje te puede dar una idea de qué aparato necesitas adquirir. Existen dos formas principales de instalar un frigorífico para que quede integrado en el espacio; una de ellas es encastrar el aparato en la pared, para que no sobresalga, mientras que la otra opción consiste en usar encimeras, armarios y otros muebles para que quede acoplado a ellos.
La instalación en la pared requiere la ayuda de un profesional de la construcción, ya que es necesario hacer una obra considerable para abrir el espacio exacto donde irá encastrado el frigorífico. Además, debes tomar en cuenta que la estancia detrás de la pared perderá el mismo espacio que va a ganar la cocina, por lo tanto, este tipo de montaje está indicado para casas grandes. En este caso, puedes comprar un frigorífico específicamente diseñado para integrarlo, pero también funciona con uno normal.
Puedes encontrar armarios y encimeras de cocina, que han sido diseñados especialmente con un compartimento para colocar el frigorífico, por lo que el montaje es mucho más sencillo, siempre y cuando el aparato sea para encastrar y las medidas coincidan con las del mueble. No obstante, debes saber que esta instalación, aunque brinda más opciones de almacenamiento, también resta bastante espacio en la estancia, además de producir un impacto visual considerable, sobre todo si es una cocina pequeña.
Otra manera de hacer que el frigorífico quede integrado con el resto de elementos de la cocina, es construir el mueble alrededor del aparato, en este caso, no importa si el electrodoméstico está diseñado para encastrar o tiene un diseño especial, ya que cualquier medida puede ser aprovechada para crear espacios de almacenamiento de alimentos y otros elementos propios de la estancia.
Trucos para un buen funcionamiento
Es posible que te encuentres comentarios sobre frigoríficos que han presentado problemas técnicos al estar integrados al armario de la cocina. Algunos usuarios piensan que estos electrodomésticos tienen menor durabilidad que los que no van encastrados, pero esto depende en gran medida de la instalación, ya que muchas veces el aparato queda demasiado ajustado dentro del mueble, ocasionando una ausencia casi total de ventilación, por lo que el motor tiene un sobrecalentamiento constante y al poco tiempo comenzará a fallar, sobre todo si es verano.
Para evitar este inconveniente, debes asegurarte de que el mueble permita suficiente ventilación hacia el frigorífico, en este sentido, puede ser de gran utilidad la ausencia de un panel trasero en el armario, ya que por lo general esta es la zona del aparato que más calienta. Lo mejor en estos casos es discutir estos detalles con el carpintero que va a realizar el mueble, ya que por su experiencia puede darte algunas ideas interesantes para aprovechar la entrada de aire natural que ya tiene la estancia.
Otro de los factores que pueden ser contraproducentes para el frigorífico es la acumulación de humedad dentro del mueble, ya que termina causando corrosión. Generalmente, cuando ocurre una falla eléctrica, el aparato tiende a eliminar líquidos por la parte de abajo, por lo que debes procurar un sistema de drenaje en el que el agua fluya hacia los azulejos del suelo, para que no se quede dentro del mueble, además, esto hace que el propio armario también dure más tiempo.
La capacidad de los frigoríficos integrados
El mejor frigorífico no es necesariamente el más grande, sino aquel que puedas ajustar a tus necesidades de refrigeración y el espacio que tengas en casa. Más importante que el tamaño resulta la capacidad en litros del frigorífico, por ejemplo, para dos personas pueden ser suficientes un total de 230 litros, mientras que una familia de 4 personas probablemente necesite alrededor de 500 litros de capacidad.
Es cierto que los frigoríficos que han sido fabricados especialmente para encastrar son un poco más pequeños de lo normal, esto es debido a que han sido creados para ahorrar espacio en la cocina, sin embargo, puedes encontrar diferentes diseños con distinta capacidad, asimismo, existen modelos con congelador y sin congelador, lo que puede influir en el tamaño.
¿Son realmente una solución este tipo de aparatos de refrigeración?
Como hemos observado, no se trata de una decisión fácil, ya que es una solución para organizar los elementos de la cocina de una forma más estética, aprovechando al mismo tiempo el espacio. Sin embargo, su instalación tiene cierto grado de dificultad, por esta razón, podemos decir que es una opción adecuada para aquellas personas exigentes en cuanto a la decoración de interiores, que son fanáticas de la armonía visual y no les importa invertir un poco más de dinero y tiempo para conseguir un acabado profesional.
Si vas a dar el paso definitivo, podría interesarte un consejo adicional, que consiste en dejar cierto espacio alrededor del frigorífico, ya sea que lo acoples al mueble o la pared, esto te permite un margen de maniobra adicional si más adelante deseas adquirir un aparato de mayor capacidad. Recuerda que los electrodomésticos actualmente no duran tantos años como en el pasado y la tecnología avanza rápidamente, por lo que es importante pensar en el futuro para no tener que realizar una obra de gran envergadura cada vez que quieras cambiar de frigorífico.
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